Hace unos días el gobierno danés anunció que pretendía eliminar los pagos en metálico en las compras de ropa, restauración y gasolineras para 2016, y que más adelante acabaría con el dinero físico en circulación en cualquier tipo de transacción.
¿A alguien le parece una medida descabellada? Sé que si preguntara a mi abuela me soltaría un «SÍ» más grande que la Sagrada Familia, pero sinceramente, se me ha olvidado cuándo fue la última vez que me preocupé por llevar efectivo en la cartera. Por no hablar de lo incómodo que resulta salir una noche sin cash y que no halla garito ni taxi que te acepte la tarjeta, o llevar un monedero con tanta calderilla que puedas hacer pesas, o que tus amigos se avergüencen de ti por pagar tu café con monedas de 5 céntimos -eh, que no es que yo lo haga.